Valentín Álvarez (Madrid, 1960)
Cuando Valentín tenía doce años, su abuelo le contó una historia sobre la conmoción que produjo la aparición de los primeros vehículos en Asturias, a finales del siglo XIX. ¿Cómo era posible que un coche se moviera sin caballos? “Es fácil saber por qué funciona un coche – le dijo su abuelo – pero es imposible saber por qué funciona un caballo”. La inquietud de Valentín derivó hacia otro misterio, el de la luz. Se formó en el Instituto Oficial de Radio y Televisión y desde 1981 se incorporó a TVE. Primero como reportero gráfico y después como diseñador de iluminación de todo tipo de programas (como la recordada “Bola de cristal”). Desde 1989 empezó a trabajar como director de fotografía y en casi dos décadas, su trabajo se reparte en varios cientos de producciones que incluyen prácticamente todo el rango de la producción audiovisual en todos los formatos. Documentales, largometrajes e innumerables spots de televisión.
En la madurez de su carrera, su nombre se asocia inmediatamente con dos palabras: elegancia y cine digital. No es casual que el genial y complejo Víctor Erice le eligiera para su último trabajo, “La Morte Rouge”. La fotografía de Valentín tiene un estilo inconfundible, y fue de los primeros directores de fotografía españoles en abandonar los prejuicios hacia el vídeo y la Alta Definición. Hoy es considerado la mayor autoridad técnica en Cine Digital y tanto las multinacionales, como las revistas especializadas le consultan cada vez que sale una nueva cámara al mercado. Pero se podría considerar esta inquietud de Valentín por las aplicaciones cinematográficas de las nuevas tecnologías como parte de una faceta mayor de inquietud y curiosidad por explorar, lo que para él es una consecuencia de aquella anécdota de su abuelo. Ha publicado sus fotografías en medios gráficos (El País Semanal, Ajoblanco…) y además de la producción audiovisual, ha estado toda su carrera asociado a la iluminación de ópera y espectáculos teatrales con la compañía Animalario. Así como ha tomado parte en las radicales apuestas que la empresa sevillana GPD ha llevado a cabo en la concepción de los museos europeos.
Además de “Perfiles”, en este momento está finalizando un documental sobre la arquitectura de Norman Foster en todo el mundo para Art Commisioner London y las instalaciones audiovisuales para el Museo de Historia de Andalucia.
Cuando Valentín tenía doce años, su abuelo le contó una historia sobre la conmoción que produjo la aparición de los primeros vehículos en Asturias, a finales del siglo XIX. ¿Cómo era posible que un coche se moviera sin caballos? “Es fácil saber por qué funciona un coche – le dijo su abuelo – pero es imposible saber por qué funciona un caballo”. La inquietud de Valentín derivó hacia otro misterio, el de la luz. Se formó en el Instituto Oficial de Radio y Televisión y desde 1981 se incorporó a TVE. Primero como reportero gráfico y después como diseñador de iluminación de todo tipo de programas (como la recordada “Bola de cristal”). Desde 1989 empezó a trabajar como director de fotografía y en casi dos décadas, su trabajo se reparte en varios cientos de producciones que incluyen prácticamente todo el rango de la producción audiovisual en todos los formatos. Documentales, largometrajes e innumerables spots de televisión.
En la madurez de su carrera, su nombre se asocia inmediatamente con dos palabras: elegancia y cine digital. No es casual que el genial y complejo Víctor Erice le eligiera para su último trabajo, “La Morte Rouge”. La fotografía de Valentín tiene un estilo inconfundible, y fue de los primeros directores de fotografía españoles en abandonar los prejuicios hacia el vídeo y la Alta Definición. Hoy es considerado la mayor autoridad técnica en Cine Digital y tanto las multinacionales, como las revistas especializadas le consultan cada vez que sale una nueva cámara al mercado. Pero se podría considerar esta inquietud de Valentín por las aplicaciones cinematográficas de las nuevas tecnologías como parte de una faceta mayor de inquietud y curiosidad por explorar, lo que para él es una consecuencia de aquella anécdota de su abuelo. Ha publicado sus fotografías en medios gráficos (El País Semanal, Ajoblanco…) y además de la producción audiovisual, ha estado toda su carrera asociado a la iluminación de ópera y espectáculos teatrales con la compañía Animalario. Así como ha tomado parte en las radicales apuestas que la empresa sevillana GPD ha llevado a cabo en la concepción de los museos europeos.
Además de “Perfiles”, en este momento está finalizando un documental sobre la arquitectura de Norman Foster en todo el mundo para Art Commisioner London y las instalaciones audiovisuales para el Museo de Historia de Andalucia.