8.2.09

LAS JOYAS DE LA COLECCIÓN KAUFMANN


Dice Arthur Miller en su auto-biografía que desde muy niño adquirió el sentimiento de tratar con respeto a los libros. Al fin y al cabo – dice con ironía – “todos los libros tienen algo de santo porque todos son al final supuestos hijos de la Biblia”. En el caso de la maravillosa colección de manuscritos hebreos medievales de David Kaufmann (1855-1899), en Budapest, esa irónica, santa y supuesta relación es especialmente evidente.

26.1.09

EL MISTICISMO EXTRAVIADO DE ABRAHAM ABULAFIA

La imagen más conocida de Abraham Abulafia (1240 - 1291?).

Hoy el nombre de Abulafia se asocia en Israel con una de las más tradicionales panaderías de Yafo, junto a Tel-Aviv. En una ciudad donde el panorama comercial cambia tan rápidamente que un lugar puede estar abarrotado de público durante tres meses y quebrar al cuarto por falta de clientes, que un negocio siga abierto desde 1879, impresiona. Abulafia sirve desde hace más de un siglo, las 24 horas al día, sus peculiares y deliciosos sándwiches. Pero el nombre de Abulafia se hunde mucho más allá en el tiempo, hasta personalidades como Haim Abulafia (1660-1744), el rabino cabalista que restableció la ciudad de Tiberiades a principios del siglo XVIII por invitación de los otomanos, y aún más allá. Pero sin duda el más peculiar de todos haya sido Abraham Abulafia (1240 - 1291), el extraño personaje cuyas doctrinas pueden compararse con los bocadillos doblados de la panadería que lleva su nombre: todo puede mezclarse en su interior. Que Abulafia utilizara palabras en euskera para realizar con ellas guematría (el uso simbólico de letras como números) o que se presentara en Roma con la declarada intención de convertir al Papa Nicolás III, el mismo que Dante coloca en su infierno por corrupto, dan una idea de su talante.

25.1.09

Manifiesto del profesorado de la Universidad Complutense de Madrid

Los abajo firmantes queremos manifestar nuestro repudio a las acciones y expresiones de corte antisemita realizadas en contra del acto y los ponentes de la mesa redonda “Racismo y antisemitismo en España”, celebrada el pasado jueves 30 de abril en Facultad de Ciencias Políticas y Sociología (UCM).

8.12.08

BLANCO ALGODON: TRIUNFO Y DERROTA DE JUDAH BENJAMIN

Judah P. Benjamin (1811 - 1884). Senador de los Estados Unidos por Lousiana. Fiscal General, Secretario de Guerra y Secretario de Estado de los Estados Confederados de América (1861-1865).


En 1896 Theodor Herzl escribió, “El Estado Judío”, en el que afirmaba que el problema del antisemitismo sólo podría resolverse por medio de la creación de un estado judío. El caso de Dreyfus, un oficial francés falsamente acusado de traición por el mero hecho de ser judío, así se lo demostraba. Si Judah P. Benjamin no se hubiera marchado de los Estados Unidos en 1865, tal vez Herzl hubiera hablado del “Caso Benjamin”, y no del "Caso Dreyfus." Y no hubiera sido Zola, sino Walt Whitman, el que hubiera escrito algo parecido a “Yo acuso” en inglés. Benjamin fue el segundo senador judío de los Estados Unidos después del también sefardí David Levy Yulee (1810 - 1886), y la personalidad más capaz del breve y extraño gobierno de los Estados Confederados de América, en los días de la Guerra Civil Americana (1861-1865). Y, probablemente, el judío más influyente en la política de los Estados Unidos en todo el siglo XIX.

4.12.08

fin de rodaje

Se acabó. O empieza de nuevo. Stendhal escribió que una “ novela es un espejo que ponemos en el camino”. Una película no es una novela, pero como una novela no hace otra cosa que reflejar un mundo, tal vez el mundo, inaprensible, cíclico, imposible de definir en palabras. Todo empieza y acaba con mujeres y generosidad - si no son sinónimos. De madre a madre, de madre a hija. La grandeza de Katy Bohrer en Madrid, y la de Eni Kurlender en el Kibbutz Givat Oz, en Israel. Mujeres judías para las que ser judías se transformó en acciones, causas que generan efectos, preguntas abiertas. Que se resisten a las respuestas simples. Se finaliza el rodaje en Israel y antes de iniciar el último tramo, la postproducción, se hace inevitable echar la vista atrás y sentir vértigo y un punto de vergüenza. Vértigo por lo que queda, la finalización de un proceso. Y vergüenza ante el temor de no estar a la altura de las circunstancias, de no ser capaces de corresponder a la intimidad y la entrega con la que a lo largo de este proceso una larga lista de hombres y mujeres, judíos y no judíos, han dedicado su tiempo y su esfuerzo a contar una historia simple de madres e hijas, de encuentros y desencuentros en España. De matices en Sefarad. Perfiles. Vaya por delante el rendido y sincero homenaje a todos aquellos que, de forma directa o indirecta, han hecho posible todo esto.