“El Viaje de Eva” es el título que finalmente mejor refleja la historia de 65 minutos que comenzamos a grabar, hace casi dos años, con el título provisional de “Perfiles”.
“El Viaje de Eva” ha sido producido íntegramente por La Sastrería Demente y Franja Producciones. Con el entusiasta apoyo del catedrático de la complutense Julio Montero (productor y responsable de la entrevista a Cati Bohrer en 2.002), la Comunidad Judía de Madrid, que nos proporcionó material gráfico de su museo, la Embajada de Israel y una larguísima lista de individuos y familias que nos han abierto sus casas y sus álbumes familiares y componen una de esas largas listas de Agradecimientos que suelen ser proporcionales a las fuentes de financiación. Porque en esta producción, no hemos recibido ningún tipo de ayuda, ni pública, ni privada. Eso ha hecho que, como en toda producción independiente, las últimas etapas de la Post-Producción hayan sido, digamos, ligeramente más complejas de lo esperado. A lo que hay que añadir la fantástica situación económica del país, la deserción a la francesa del músico en el último momento y problemas técnicos de esos de “¿Eso que se acaba de borrar del disco eran las dos últimas semanas de trabajo? Sí, y no hay copia…”.
Pero ya está. La maqueta ya ha salido rumbo a los primeros festivales internacionales y tenemos por delante ocho semanas de mal llamados “procesos técnicos”. Pero todo esto es al final poco más que anecdotario, nuestro propio viaje con Eva, con una peliculita de historias mínimas. Siete mujeres. Siete visiones diferentes del Judaísmo y un país, España, hogar de una de las más pequeñas y desconocidas comunidades judías de Europa.
Un intento, llevado a cabo de corazón, por recorrer los senderos geográficos y existenciales que ilustran los diferentes caminos que han llevado a cuatro generaciones de mujeres muy concretas hasta la España contemporánea. Desde los días de las deportaciones en Budapest, durante la Segunda Guerra Mundial, hasta el floreciente Tánger en los días en que era una ciudad Internacional y se convirtió en refugio de exiliados. El mismo Tánger que seguía siendo uno de los más importantes destinos y centros neurálgicos en el Norte de África de los descendientes de los expulsados en 1492, los Sefardíes. Argentina, Venezuela, Israel, Egipto.
"Creo que la mayoría de la gente no lo sabe. ¿Cómo vas a saber en lo que crees?"
Y como destino final, Madrid. Donde Cati, Eva, Ana, Irit, Rosa, Verónica y Leah son parte de la pequeña pero muy activa Comunidad Judía de Madrid. Aún cúando el término tiene para cada una de ellas un sentido totalmente diferente e incluso antagónico con respecto a las otras, todas han hecho de la continuidad del “Judaísmo” una parte esencial de sus vidas. Un viaje que es una oportunidad para asomarse a las viejas preguntas: ¿Qué nos hace judíos? ¿Ser parte de una Comunidad? ¿La Religión? ¿La Tradición? ¿La Educación? Y sobre todo; ¿qué sentido tiene ser judíos?
"Como verás, no somos religiosas pero somos extremadamente judías"
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