26.10.08

Abie Nathan: vuelo nocturno

28 de febrero de 1966. Abie Nathan se dispone a despegar la "Shalom 1" rumbo a El Cairo.

Cuando Exupery, el autor de “El Principito”, volaba sus últimas misiones como piloto de reconocimiento, escribió a su general: “me importa bastante poco que me maten en la guerra… Pero si vuelvo con vida de este “obligatorio e ingrato trabajo”, no tendré más que un problema: ¿qué se puede, qué hace falta decir a los hombres?”. El 28 de febrero de 1966, Abie Nathan volaba en solitario en una vieja avioneta de los años veinte en línea directa hacia El Cairo, con mucho del idealismo del Principito. Quería expresarle al Presidente Nasser, en persona, la voluntad de los israelíes de alcanzar la Paz. Posiblemente, también le pediría perdón por haberle bombardeado en el 48, en Faluja, cuando Nasser era oficial y Abie Nathan uno de los primeros pilotos de la Fuerza Aérea israelí. Y, como Exupery, el problema era qué decir, si volvía.

16.10.08

Valentín Álvarez

Valentín Álvarez (Madrid, 1960)

Cuando Valentín tenía doce años, su abuelo le contó una historia sobre la conmoción que produjo la aparición de los primeros vehículos en Asturias, a finales del siglo XIX. ¿Cómo era posible que un coche se moviera sin caballos? “Es fácil saber por qué funciona un coche – le dijo su abuelo – pero es imposible saber por qué funciona un caballo”. La inquietud de Valentín derivó hacia otro misterio, el de la luz. Se formó en el Instituto Oficial de Radio y Televisión y desde 1981 se incorporó a TVE. Primero como reportero gráfico y después como diseñador de iluminación de todo tipo de programas (como la recordada “Bola de cristal”). Desde 1989 empezó a trabajar como director de fotografía y en casi dos décadas, su trabajo se reparte en varios cientos de producciones que incluyen prácticamente todo el rango de la producción audiovisual en todos los formatos. Documentales, largometrajes e innumerables spots de televisión.

En la madurez de su carrera, su nombre se asocia inmediatamente con dos palabras: elegancia y cine digital. No es casual que el genial y complejo Víctor Erice le eligiera para su último trabajo, “La Morte Rouge”. La fotografía de Valentín tiene un estilo inconfundible, y fue de los primeros directores de fotografía españoles en abandonar los prejuicios hacia el vídeo y la Alta Definición. Hoy es considerado la mayor autoridad técnica en Cine Digital y tanto las multinacionales, como las revistas especializadas le consultan cada vez que sale una nueva cámara al mercado. Pero se podría considerar esta inquietud de Valentín por las aplicaciones cinematográficas de las nuevas tecnologías como parte de una faceta mayor de inquietud y curiosidad por explorar, lo que para él es una consecuencia de aquella anécdota de su abuelo. Ha publicado sus fotografías en medios gráficos (El País Semanal, Ajoblanco…) y además de la producción audiovisual, ha estado toda su carrera asociado a la iluminación de ópera y espectáculos teatrales con la compañía Animalario. Así como ha tomado parte en las radicales apuestas que la empresa sevillana GPD ha llevado a cabo en la concepción de los museos europeos.

Además de “Perfiles”, en este momento está finalizando un documental sobre la arquitectura de Norman Foster en todo el mundo para Art Commisioner London y las instalaciones audiovisuales para el Museo de Historia de Andalucia.

Grabación de Vanessa Pilo de berberisca.

A propósito de la Parashá Behaaloteja, aquella en que se relata el modo en que las luces de la menorá deben iluminar hacia la parte delantera del candelabro, el Zohar dice que los relatos son, en realidad, un vestido, pero que el orgullo de las vestiduras es el cuerpo humano, lo que está debajo. En medio del salón de Mercedes Bendayán, con todo patas arriba y la casa totalmente invadida por el equipo de grabación, los cables y las cámaras, la analogía se hacía evidente.

Grabacion Berberisca SefaradVanessa Pilo durante la grabación.

Por mediación de Ana Bensadón, disponíamos de dos trajes de paño de más de cien años de antigüedad, profusamente decorados con bordados de oro. Pero es sin embargo Vanessa Pilo, que ha sido madre recientemente de una niña, Hanna, a la que ha dejado al cuidado de su marido para soportar casi diez horas de grabación, la que realmente se ha convertido en el orgullo del traje y le ha dado un sentido a la jornada.

Vered Kurlender (izquierda) y Valentín Álvarez, director de fotografía.

Vanessa ha hecho brillar el traje y, de alguna manera, ha iluminado hacia delante. Por un lado, lo que queda del proceso de producción; dos días más de grabación (uno en Madrid y el otro en Israel), y habremos terminado. Pero por otro, nos ha disparado la imaginación hacia el futuro. A ese día en que Hanna vea la película y, probablemente, se ría del aspecto que tenían su madre y su tío por aquellos años. Y a ese otro día en que ella, a su vez, vuelva a hacer brillar un traje de berberisca.

13.10.08

Berberisca: la noche de la novia

Claire (a la izquierda). hija de Eva Benatar (a la derecha), en el proceso de vestirse de Berberisca. La presencia del velo y el amplio gemar son, según Ana Bensadón (al fondo), obra de su tía, de quien ella recibió la tradición de vestir a las novias (Colección privada de Eva Benatar)


En la tradición judía queda expuesta, por el uso del hebreo y sus particularidades, la capacidad de las palabras para revelar el mecanismo subterráneo por el que alcanzan su significado. El término con el que se designa al novio es “jatán” y a la novia “kalá”. Su traducción literal sería el de yerno y nuera, lo que de forma manifiesta revela el peso de la familia en la elección del/la futuro/a consorte. Pero no es el único significado posible. La raíz de jatán (jat) es temor, miedo. “Jatum”, es sellado, “jatij”, guapo y “jatima”, sello, epílogo. Pero además de la etimología, en el que es posible explorar a partir de una raíz un abanico sentimientos, emociones y significados sobre un mismo tema, existen otros niveles simbólicos. La última persona que sube a la lectura de la Torá y finaliza el libro de Deuteronomio (función que cumple generalmente el rabino o el jefe de la comunidad) es llamado Jatán Torah, y la primera lectura de la Torah, el libro de Génesis, es llamada Jatán Bereshit. Pero sin embargo, tanto en la etimología, como en el significado simbólico, el papel de la novia, “kalá”, es central. “Kli” o “kelí” puede significar herramienta, instrumento musical y, sobre todo, recipiente. Los elementos que conforman un matrimonio – el hombre, la mujer – sirven de metáfora para explicar las relaciones humanas, en otro sentido y proponer, a la vez, un nuevo significado. El sentido espiritual del matrimonio es el de unir a dos socios en una tarea común; alcanzar juntos una plenitud que no podrían alcanzar por separado. Una unión entre opuestos. Ese, y otros significados, están presentes en la ceremonia de la Berberisca y los elementos que la componen, especialmente en el vestido de la novia.

Mujeres de Tánger vestidas de berberisca (Colección privada de Ana Bensadón).

En realidad, la costumbre de vestirse de blanco para la ceremonia de la boda es relativamente reciente, 1840. Ese año, la reina Victoria se casó con Alberto de Sajonia-Coburgo y eligió un vestido de color blanco para el acontecimiento. La fotografía oficial del retrato de boda fue extensamente difundida y muchas novias optaron, a partir de entonces, por imitar el estilo, hasta que se convirtió en una tradición que sigue hasta nuestros días. Antes de esa fecha, la mujer se vestía para el enlace con un buen traje, que luego usaba para otros acontecimientos. El traje de paños de la berberisca no está relacionado con la ceremonia nupcial en sí, sino con una ceremonia previa, particular de los judíos de Marruecos, en la que la familia del novio y de la novia, acompañados de sus amigos íntimos, se reúnen para cantar y ensalzar a la novia.

Mujer de Tetuán vestida de Berberisca.

El traje se confeccionaba y se confecciona en terciopelo, lujosamente ornamentado con bordados en hilo de oro, y se compone de una serie de piezas que imprimen al conjunto una riqueza visual incomparable. Por un lado, la Punta o peto, Kasó o chaqueta, generalmente confeccionado en terciopelo, profusamente bordado con hilo de oro. Generalmente tiene mangas muy cortas para que la novia pueda lucir sobre los brazos gasa fina con hilillos de oro. A continuación, la Chialdeta, zeltita o faldeta, una falda muy amplia, abierta por completo, adornada en la parte inferior con ricos galones de oro, generalmente en forma de franjas circulares, que se repliega de derecha a izquierda. El largo de la base puede alcanzar los tres metros. Entre los complementos están las mangas, Kmam, de encaje o seda, puestas debajo de las mangas de la chaquetilla. El cinturón, hzam, que es una lujosa faja de terciopelo y seda, bordada de oro. Y el pañuelo, a veces llamado fechtul, de seda con flequillos. Se anuda a la altura de la nuca y se deja caer libremente, en ocasiones, hasta el suelo. Corona el conjunto una corona o gemar, una diadema cuajada en perlas antiguas y piedras preciosas. Según Ana Bensadón, el número de perlas del Gemar es de 613, como mizvots – deberes rituales – hay que cumplir. Y cuenta la misma Ana Bensadón, la mujer que ha vestido de berberisca a varias generaciones de novias en España, que la tradición de introducir el velo y ampliar el tamaño del Gemar fue obra de su tía Esther, que fue la persona de quien ella recibió la tradición de cómo vestir a las novias.


Mujeres de Tánger con traje de Berberisca (Colección privada de Ana Bensadón).


En el traje de berberisca se encuentran lo general y lo particular. Lo general en forma de símbolos – número de piedras del gemar, de adornos circulares de la falda – que son comunes en todo el mundo sefardí. Y al mismo tiempo, las particularidades de lo marroquí se manifiestan en los colores. El verde y el azul indican las ciudades del interior. El rojo y el granate, las ciudades de la costa y el sur. El morado y negro es particular de la ciudad de Tetuán.


En el Museo del Louvre se puede contemplar un cuadro de Delacroix, “La Mariée juive” (1832) en el que se retrata a una mujer de Tánger, vestida de berberisca. Si se compara con los trajes actuales que se usan en España, es fácil ver la evolución que ha sufrido el traje de berberisca en los últimos dos siglos.